Cuarentena una extraña experiencia
Hablar de cuarentena, no es lo mismo que vivirla, aquello que veníamos viendo en otros países, nos afectó como si no hubiéramos sabido nada de lo que sucedía en el mundo. Es como si hubiésemos alimentado inconscientemente un pensamiento mágico, en donde aquella pandemia no llegaría a nuestro país, o tal vez, no sería tan grave.
Sin embargo ese tipo de pensamiento es un mecanismo de defensa propio del ser humano frente a la adversidad, pensar que al de al lado le puede pasar, pero no a mí. Y de pronto, nos vimos todos encerrados en nuestras casas, generando cambios obligatorios, intentando adaptarnos, con el miedo, la angustia y la incertidumbre como emociones predominantes y muchas veces, alejados de nuestros seres queridos.
Hay personas y patologías mentales específicas, que lo están pasando realmente mal. Por eso se llama a las personas a entender, que los cambios emocionales, la montaña rusa de emociones, es lo esperable en cualquier ser humano al momento de enfrentar una crisis.
Desde el aislamiento hasta el dolor por la pérdida de un familiar, los traumas y secuelas psicológicas que pueda provocar esta epidemia son todavía una incertidumbre. Todos sufriremos alguna reacción psicológica durante la epidemia y también después. Sin embargo cualquier consecuencia, cualquier trauma, secuela o manifestación psicológica, es normal, es parte del proceso normal de cualquier crisis y cada persona lo experimentará en la individualidad misma de sus propias características.
Algunas recomendaciones durante este periodo:
– Identificar los pensamientos que nos puedan generar malestar. Pensar constantemente en lo mismo puede hacer que aparezcan o se acentúen síntomas que incrementen nuestro malestar emocional.
– Identificar emociones y aceptarlas. Es normal que en este momento sintamos rabia, tristeza, alegría, impotencia, que estemos más sensibles… Nuestras emociones ahora pueden parecerse a una montaña rusa.
– Mantener una rutina: Intentemos levantarnos a la misma hora de siempre, ya que posiblemente tengamos que trabajar desde casa (o fuera), ayudar a nuestros hijos en las tareas escolares, cocinar… Y es de vital importancia que nos quede tiempo para nosotros: para leer, para practicar algo de ejercicio físico en casa, para descansar, incluso para no hacer nada.
– Cuidar la alimentación: No comer más de la cuenta, intentar mantener una dieta variada y equilibrada donde esté presente la vitamina C, totalmente necesaria para mantener nuestro sistema inmune en las mejores condiciones. Beber mucha agua, es muy importante que nos hidratemos correctamente e intentar mantener un horario de comidas.
– Tomar el sol unos minutos al día: Si tenemos la posibilidad de salir al patio, salimos unos minutos al día (utilizando la protección solar necesaria), ya que la luz solar aporta las cantidades necesarias de Vitamina D que necesita nuestro cuerpo para un buen funcionamiento.
– Dosificar la información: Evitemos la sobre carga de información, ya que si estamos permanentemente conectados puede aumentar un nerviosismo innecesario. Prioricemos fuentes oficiales y no nos dejemos atrapar por noticias negativas y catastrofistas. También es recomendable que nos fijemos un horario para recibir este tipo de información.
– Evitar hablar constantemente del coronavirus: y llevar a cabo los hábitos de higiene y prevención recomendados, lavado de manos, mantener distancia de seguridad…
– Cuidar de la salud: seguir las medidas de prevención y atender la salud psicológica, para ello es importante que nos dediquemos tiempo. Necesitamos mantener el cuerpo y la mente activa, meditar, hacer ejercicio, bailar, cantar, reír… El hecho de reírse genera endorfinas, sube el estado de ánimo y aumenta las defensas, necesitamos tener un sistema inmune fuerte.
Danitza Moncada Rodriguez, Terapia Cognitivo Conductual, Diplomada en Hipnosis Clínica.