Rotary Chillán Centro, un nuevo club rotario en Chillán con una tradición de servicio
En plena pandemia y recurriendo a herramientas digitales, el comité de Damas del Club Rotary Chillán Oriente, tomó una decisión trascendental: después de 3 décadas siendo el apoyo irrestricto del Club Chillán Oriente en el trabajo rotario, se optó por ser un club rotario de pleno derecho. Después de una serie de pasos y con el apoyo del Gobernador rotario de la época, Cristian Sepúlveda Schultz y su esposa María Cristina Ollier, quien asesoró a la naciente organización, que fue apadrinada por su club de origen, el Chillán Oriente.
“Tenemos una larga trayectoria de servicio a la comunidad, pero siempre al alero de Chillán Oriente. El cambio de los tiempos nos hizo desear tener nuestra propia voz y visibilidad como rotarias y en ese sentido, nos pusimos a trabajar para lograr este cometido, que se cumplió exitosamente en junio del año 2021”, comenta María Eliana Lagos, una de las fundadoras del Comité de Damas y presidenta durante el período en que el comité se vistió de largo para constituirse como Rotary Club Chillán Centro.
“Este paso no es antojadizo ni sólo pensando en ser más visibles, sino pensando en el alcance de la labor que podemos hacer. Como comité, teníamos una labor permanente con un banco de sillas de ruedas que sigue prestando apoyo a la comunidad de Chillán en momentos de urgencia y mientras se concretan los protocolos del Servicio de Salud, además de hacer un trabajo permanente con jóvenes y ancianos, a través del apoyo permanente a la escuela Paul Harris de Reloca y los hogares de ancianos de San Ignacio, José Agustín Gómez en Chillán y la hospedería Noche Digna. Además, realizamos una serie de labores más pequeñas en apoyo de la comunidad, atendiendo a peticiones concretas y de urgencia detectadas por nuestras socias en su entorno de acción. Sin embargo, nuestra capacidad de realizar proyectos de mayor envergadura, por ejemplo, al alero de la fundación rotaria, era muy pequeño, por nuestra condición de comité; eso es lo que quisimos cambiar al constituirnos en rotarias de pleno derecho, ampliar nuestras posibilidades de generar un aporte a nuestro entorno al tener más opciones de participación de fondos concursables y asociarnos a entidades y a otros clubes rotarios para tener un mayor impacto en la comunidad.
Hoy, con un año de trabajo a cuestas, el club está muy contento: logró el objetivo, se constituyó como Club rotario y como tal, oficializó su personalidad jurídica, y ha desarrollado una serie de acciones en apoyo de diversas entidades y lo más importante, se concretó un primer proyecto con aportes de la Fundación Rotaria para incrementar el *banco de sillas de ruedas. “Este fue un primer ejercicio para medir fuerzas. Ahora, ¡no tenemos límites!”, cuenta María Elena, quien se apresta a entregar el mando a la presidenta Cecilia Pinto, a quien le corresponderá seguir adelante con la incipiente, aunque con una gran historia, organización.no reprimien
