Incertidumbre en los alumnos de IV medio
La incertidumbre, angustia, depresión, ansiedad y otras emociones han marcado este año en muchos ámbitos, pero definitivamente, en el ámbito escolar la incertidumbre y la ansiedad llevan la delantera.
El tener que cambiar la rutina repentinamente, los efectos en la salud mental, a veces no aprender nada a través de las clases online, no lograr concentrarse, no poder rendir como lo hacían antes, llena a los alumnos de angustia.
Estar en cuarto medio hoy, es no tener respuestas para muchas interrogantes. Desde cómo se realizará la ceremonia de licenciatura. Qué pasará con la Prueba de Transición. Si habrá fiesta de graduación. Todo eso, puede generar en los jóvenes que están cursando IV medio incertidumbre y provocar que se sientan ansiosos, aislados y decepcionados. Esto se traduce en problemas de alimentación, trastornos del sueño y cambios en sus estados de ánimo.
Generalmente hablamos de las emociones, como si fuesen entes etéreos, que existen solamente en nuestra mente, cosas intangibles, por lo tanto, irreales, olvidamos o no sabemos que cada emoción se traduce en un compuesto químico que recorre todo mi cuerpo, que genera y desencadena consecuencias.
La incertidumbre, el encierro y aislamiento social, han sido causas importantes de ansiedad y depresión en los alumnos de cuarto medio. La falta de claridad sobre el futuro a corto plazo y no poder disfrutar de su último año de colegio hace que los niveles de ansiedad se eleven”,
“La Prueba de Transición” podría ser un importante factor de estrés por la sobreexigencia que tienen los alumnos o la de sus padres.
Si bien la adolescencia es una etapa bastante vulnerable y de muchos cambios. Imaginen a aquellos de IV medio hoy, donde en años anteriores las interrogantes “normales” eran , decidir qué y donde estudiar, calcular sus puntajes, quién costeará sus estudios, qué ciudad será más conveniente postular. A todas aquellas inquietudes y dudas, hoy le sumamos, ¿cómo será la PTU? (Prueba Transición Universitaria) nueva forma de evaluación, será conveniente rendirla este año?, si aún no tenemos notas en el colegio, cómo será mi NEM?, me alcanzará? y si el próximo año todo continúa online?, y si mejor espero un año?.
Por todo esto, es importante que los padres conversen con sus hijos, plantear y hablar sobre las posibilidades futuras. Si como padres estuvieron presentes en el proceso de estudio de sus hijos y hablaron sobre sus proyecciones futuras, no debería existir una mayor presión. Sin embargo, si no se estuvo presente en su desarrollo educativo, o si ve que su hijo se siente angustiado, ofuscado, u aproblemado, no es este el momento de exigir. Como padres debemos apoyar, darles confianza en sí mismos. Mostrarles que la vida no es reflejo de una prueba de selección y que, en caso de que los resultados no sean los esperados, sí se puede esperar un año, sí se puede tomar esta prueba como experiencia, que no es malo tomarse un año. Muchas veces los adultos vemos este hecho como un fracaso, incitándolos a decidir de manera forzosa, para luego ser testigos de una deserción vocacional. A veces es mejor detenerse, respirar, para luego continuar por el camino correcto.
Danitza Moncada, Terapia cognitivo conductual diplomada en hipnosis clínica.
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