• noviembre 27, 2024
 Consejo de Monumentos Nacionales aprueba solicitud para convertir Memorial Puente El Ala en el primer sitio de memoria de Ñuble declarado como Monumento Histórico

Consejo de Monumentos Nacionales aprueba solicitud para convertir Memorial Puente El Ala en el primer sitio de memoria de Ñuble declarado como Monumento Histórico

De este modo, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, se termina de completar el compromiso del Plan Nacional de Derechos Humanos de proteger al menos un sitio de memoria en cada región. La de Ñuble tendrá el primero de su historia: el Memorial Puente El Ala.

 En una sesión extraordinaria, celebrada en el Salón Montt-Varas del Palacio de la Moneda, los consejeros decidieron otorgar también protección legal de Estado a la ex Cárcel de Arica, al recinto de la CNI en Talca, el Regimiento 23 de Copiapó, la Comisaría de Ancud, la fosa del Cementerio de La Serena, y el Campo de Prisioneros de Pisagua.

En el salón Montt-Varas del Palacio de la Moneda se realizó este miércoles la sesión extraordinaria del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), que, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, fue dedicada en exclusivo a analizar las solicitudes de declaratoria, como Monumento Histórico, de siete Sitios de Memoria: todas fueron aceptadas de forma unánime. Los consejeros acordaron además solicitar al ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre, la dictación de los decretos respectivos, con lo que se oficializará esta decisión.

Con tres de ellos se cumple el compromiso del Estado en el Plan Nacional de Derechos Humanos de tener al menos un sitio de memoria en cada región, y uno corresponde a la de Ñuble: el Memorial Puente El Ala, en la ribera del río del mismo nombre. A ellos se suman Atacama, con el Regimiento N° 23 de Copiapó, y Arica y Parinacota, con la ex Cárcel de Arica. Los otros recintos reconocidos son el inmueble de la CNI en Talca, la Comisaría de Ancud, la fosa del Cementerio de La Serena y el Campo de Prisioneros de Pisagua.

A la sesión asistieron como invitados los representantes de las agrupaciones solicitantes de las declaratorias, así como las y los seremis de las regiones involucradas. El ministro De Aguirre dijo que “estas declaratorias demuestran el compromiso del Gobierno y el Estado chileno con la memoria histórica, y representan un acto de reparación y justicia con las personas que pasaron por esos recintos, y en general, con las víctimas de la dictadura”. Y agregó: “Estas declaratorias nos permiten completar el compromiso del Estado chileno de contar con al menos un sitio de memoria en cada región”.

Teresa Retamal Silva, Coordinadora de Derechos Humanos de Ñuble, solicitante de la declaratoria, agradeció la decisión del CMN y dijo que “el hecho de estar aquí para nosotros como familiares y ex presos políticos es muy emocionante, estamos muy agradecidos de las diferentes entidades de las regiones y de Santiago. Sin la empatía y las ganas de hacer cosas no estaríamos aquí las organizaciones de derechos humanos a nivel nacional. Para nosotros, la declaratoria es un anhelo de muchos años, porque es un memorial que está entre dos territorios y nunca lo hemos podido proteger. Gracias por escucharnos y también por querer preservar la memoria, porque eso también es parte de la reparación de nuestros familiares, hijos, nietos, esposos y hermanos”.

La seremi de las Culturas de la Región de Ñuble, Scarlet Hidalgo Jara, destacó que “nos llena de emoción ser testigo privilegiada de una acción de reparación simbólica de parte del Estado de Chile a las víctimas de la dictadura cívico militar, a través del reconocimiento del memorial Puente El Ala como primer sitio de memoria declarado para la Región de Ñuble. El reconocimiento de los horrores vividos hace 50 años, queda plasmado en este sitio como un lugar de reflexión y respeto a la vida, al pensamiento y también al cuidado de la democracia. Abrazar con mucho cariño a las víctimas y familiares de asesinados, detenidos desaparecidos y torturados políticos de la región de Ñuble, porque son ellas y ellos los que han mantenido la memoria durante estos 50 años. Para que nunca más”.

Memorial Puente El Ala   

El CMN acogió la solicitud de declaratoria para el Memorial Puente El Ala, el primer Sitio de Memoria de la Región, vinculado a 17 ejecuciones de prisioneros políticos. Entre ellos, se destaca el hallazgo de los cuerpos sin vida de nueve jóvenes, el 24 de diciembre de 1973, en la ribera del río Ñuble. Fue cuando Mario Witzel, padre de Patricio Weitzel, recibió la noticia de que había cuerpos en el sector del Puente El Ala. En el lugar se encontró con nueve cadáveres, entre ellos una persona decapitada, y su hijo Patricio, amarrados con alambres y con huellas de balas. Testimonios prestados a la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, permiten presumir que las víctimas habrían sido fusiladas en el puente El Ala, bajo responsabilidad de agentes del Estado en la ejecución, y en algunos casos, desaparición forzada.

En 1978, el puente fue quemado y destruido por desconocidos, dejando a la comuna de Portezuelo aislada. No fue hasta 1993, cuando el alcalde solicitó al presidente Patricio Aylwin, la reconstrucción de este viaducto. 

 En 1996, en el acceso oeste se instaló un memorial en cuya base se ubicaron 17 trozos de los rieles metálicos, que formaban parte del viejo puente, y que recuerda a las 17 víctimas ejecutadas en ese lugar, a cargo de la escultora Sandra Santander. En la placa de piedra granítica, una dedicatoria del poeta Raúl Zurita: “A nuestros hijos, esposos, padres y hermanos/ que vivieron con dignidad y sencillez/ y que contuvieron sin embargo el firmamento/ recuerden ustedes que pasan/ que aquí ninguno, nada, ni nadie está olvidado”.

Los elementos que serán protegidos son el propio Memorial a los detenidos desaparecidos y ejecutados del puente El Ala y los vestigios del antiguo viaducto. Su principal valor histórico y de memoria y derechos humanos, es constituirse como símbolo de lucha contra el olvido, la impunidad y la recuperación de la memoria histórica de las violaciones a los derechos humanos en la Región del Ñuble. Históricamente, el espacio ha sido utilizado como el principal espacio de conmemoraciones y denuncias convocadas por familiares y agrupaciones de Derechos Humanos.

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