Seremi de Gobierno, Sence y Hacienda acuerdan capacitación a suplementeros de Chillán afectados por la pandemia
Los suplementeros de Chillán no lo pasan bien producto de la pandemia. El gremio local ha visto mermado sus ingresos. De los 30 socios, más de 10 han tenido que dedicarse a otro rubro y esto impacta aún más por el cambio a formato digital que muchos diarios y revistas han adoptado debido al Covid-19.
Si bien algunos de sus integrantes optaron a beneficios estatales como el Ingreso Familiar de Emergencia, la mayoría está de brazos cruzados cerrando quioscos o intentando reconvertirse. Luis Azócar, miembro de la directiva dijo que “esto se agrava porque la mayoría de nosotros somos adultos mayores y jubilados”.
El vocero de Gobierno en Ñuble, Raúl Martínez junto a la Aremi de Hacienda, Daniela Carlin y el director regional de Sence, Rodolfo Zaror estuvieron con los suplementeros y les explicaron algunas medidas a desarrollar para aplacar la situación que viven.
“Los escuchamos, conocimos su realidad actual y les acercamos la oferta programática de nuestro Gobierno para gestionar soluciones en base a sus necesidades. Asimismo, haremos gestiones por el tema de pago de patentes”, dijo el seremi Martínez.
En esta línea, la Aremi Daniela Carlin explicó que “vimos con ellos los detalles del Fogape 2.0 que promueve el Gobierno y que entra al Congreso esta semana. Además, quedamos comprometidos para realizar una capacitación sobre boleta electrónica que debería ayudarlos a facilitar su relación con el Servicio de Impuestos Internos, medida que comienza a regir a partir de enero”.
En tanto, Rodolfo Zaror de Sence les informó de los cursos que imparte el servicio y a los cuales pueden acceder los suplementeros a través del sitio www.sence.cl y donde se puede ingresar a las plataformas Aula Digital, Despega Mipe entre otras.
La Confederación Nacional de Suplementeros de Chile (Conasuch), que reúne a cerca de 4.500 trabajadores independientes, advirtió en marzo de este año que el 40% de los quiosqueros experimentaban dificultades en el abastecimiento de sus mercancías (diarios, cigarrillos y bebidas) y debido a que muchos locatarios, que son de avanzada edad, se vieron forzados a cerrar.
