Graciela Mártin Montenegro, secretaria ejecutiva
Graciela Mártin de 87 años es una mujer de hoy, chillaneja y trabajadora incansable, que disfruta de sus labores tras 61 años de servicio como la única secretaria del Club de Ñuble, nos cuenta su experiencia durante estos años de impecable labor sobre sus tacones y elegante atuendo, sin duda un ejemplo para cualquier mujer chilena y del mundo.
Cuéntenos, ¿Cómo se autodefine?
Una persona sencilla, responsable, trabajadora, muy querendona de mis hijos, cumplidora y optimista, y además me gusta vestir elegante; siempre me ha gustado presentarme bien, he considerado importante mi trabajo entonces para mí es fundamental tener buena presencia.
¿Qué hace en su tiempo libre?
El hecho de tener 5 hijos, me hizo contar con una vida ocupada y sacrificada; entonces en esta época considero que mi tiempo libre es para relajarme en mi hogar. Siempre quise seguir en mi trabajo porque es muy flexible y me daba tiempo para ocuparme de mis labores de madre y dueña de casa, además de que me mantiene en constante actividad física, ya que subo las escaleras unas 20 veces al día.
¿Qué se siente cumplir 61 años de servicio en el Club Ñuble?
¿Sabes? No me han pesado estos años porque amo mi trabajo, me levanto en la mañana feliz de venir a trabajar y disfruto todo lo que hago; me toca hacer muchos trámites en el centro, voy al banco, a la municipalidad, me dirijo a distintos organismos donde hay que estar al día con los asuntos del Club. He conversado con gente que me dice ¨voy a jubilar¨ con un entusiasmo tan grande, y yo no los entiendo; me pongo a pensar, si pasara todo el día en mi casa, no contaría con la salud y la disposición con la que gozo en este momento, entonces jubilarme no me emociona para nada.
“A mis 87 años de edad, no creo que tenga mayor bendición que estar viva”
¿Cuál ha sido la experiencia que más la ha marcado dentro de la institución?
Tal vez la muerte de dos ex presidentes del Club, quienes laboraron por muchos años y manteníamos una espléndida amistad, Gonzalo Gazmuri y Julio Ramírez. He pasado como por 20 presidencias, trabajando siempre con mucho respeto hacia mis superiores y ellos también me han considerado mucho, han valorado los años que tengo tanto de edad como de labor dentro del Club, y eso me hace sentir halagada y muy feliz.
¿Se siente una mujer realizada?, ¿Por qué?
Totalmente, porque soy madre de 5 hijos… me costó mucho tener familia, me demoré 8 años en que llegara mi primer bebé, me hice diversos tratamientos largos y dolorosos. Para mí, mis hijos son la alegría, no le puedo pedir más a la vida porque son tan buenos y tan cariñosos que me siento bendecida de tenerlos.
Para usted, ¿Cómo es la mujer de hoy?
Hoy en día la mujer tiene todo a su alcance para ser feliz, en mis tiempos no había tanta tecnología y la vida era muy difícil.
En cambio hoy por hoy, un matrimonio se establece con todos los adelantos, y los hombres aprenden a cocinar, a cuidar a los bebes, aportan mucho más al hogar. Entonces considero que la mujer de hoy tiene muchas más herramientas para ser exitosa y las está aprovechando.
¿Cómo se ve en los próximos años, y qué legado quisiera dejarle a todo el que le conoce?
Yo soy una mujer que vive el día a día, porque a mis 87 años de edad no creo que tenga mayor bendición que estar viva, no pienso en el mañana, generalmente cuando me acuesto doy gracias a Dios y algunas veces me cuestiono si será el último día o no será, pero no le tengo miedo a la muerte, yo tengo mucha fe y soy muy católica, me guío por las experiencias que he aprendido y no pienso más allá del futuro, yo voy a trabajar hasta cuando Dios me de vida y salud. Quiero ser recordada como una mujer que ama la vida, que lucha por lo que cree, que se ha mantenido en el tiempo con optimismo y profesionalismo, que vive un día a la vez aprovechando lo que Dios nos brinda, siendo constante y positiva para tener una vida feliz.